Met Gala: La reproducción de lo absurdo

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El Met gala es la fiesta benéfica para recaudar fondos para el Costume Institute (Instituto del traje) del Museo Metropolitano de Nueva York.  Sí, porque esa alfombra roja conocida por ser implacable con quien la asiste no es para una causa social o terminar las brechas de la industria, sino que sigue siendo para las élites de élites con un pequeño monto de entrada de 50.000 USD (aproximado), más lo que se deja en la mesa que se espera sea una cuantiosa suma. El año antepasado llego a una cifra cercana a los 22 millones de dólares.

Todo esto nace de Vogue, la revista de modas. ¿Se acuerdan de Miranda de el Diablo Viste a la Moda?, bueno se dice que ese personaje está basado en Anna Wintour y es ella quien hizo que este evento se convirtiera en uno de los más importantes del mundo.

Pero ¿en qué ayuda el Met Gala en términos de industria?, ¿a seguir reproduciendo los patrones culturales y sociales con los que se suele luchar por derribar en la misma industria? Mi respuesta es positiva.

El Met Gala es volver al pasado y sí, es moda y la moda muchas veces incomoda, pero hemos escuchado historias de mujeres que han pasado por el evento que no han ido al baño, ni tomado absolutamente nada para no causar ningún problema con el vestido que llevan, que han sido investigadas por los gastos en sus vestidos y hoteles y juzgadas públicamente por lo que llevan puesto.

Sabemos que la industria del espectáculo se concibe desde lo estético, lo hegemónico y que bordea el olimpo de la belleza y glamour mundial, pero desde un punto de vista sociológico en este evento la contradicción cobra vida y se siguen reproduciendo los mismos estereotipos por los que hoy se suele luchar en contra en Hollywood y en movimientos sociales mundiales.

La cosificación, que es parte conocida en el show, será reflejada en que el atuendo será juzgado desde esa alfombra roja hasta los lugares más recónditos donde se transmita el programa. Ejércitos de expertos de modas, periodistas de espectáculos y otros, se juntan a hablar de lo físico, lo que llevan puesto y se juzga a los asistentes cual objeto de estudio.

¿Querémos seguir reproduciendo este tipo de evento, dándole extrema cobertura incluso al ver el sufrimiento (Literalmente) de sus asistentes femeninas? Todo parece indicar que así seguirá y que será el paréntesis para olvidar las luchas por las brechas y oportunidades para las mujeres de Hollywood más allá de este tipo de cosificación.