Tribeca Reseña «Linda Perry: Let it Die Here»

Compartir

El documental sobre la cantante y compositora Linda Perry fue el encargado de abrir la sección de Spotlight+ en el Festival de cine de Tribeca el pasado jueves 5 de junio, en Spanglish Cinema ya pudimos verlo y te contamos qué nos pareció.

¿Cómo es el sonido del trauma?

Linda Perry es una cantante y compositora que marcó una época en los 90, conocida por su banda 4 non blondes y su hit What’ s up. Una canción en la que no hubo bar, discoteca, hogar, esquina en que no se reprodujera ese himno de liberación e imploración. Sus tatuajes, su sombrero icónico y su onda desenvuelta ayudaron a Linda a construir un caparazón para atravesar la industria musical a la que tuvo que desafiar convirtiéndose finalmente en muchas Lindas: la cantante, la escritora, la técnica, la productora, la ensamblista, pero que al día de hoy se sigue preguntando quién es y hacia dónde va. En este documental quirúrgico, el director Don Hardy nos revela una Linda a corazón abierto que desnuda cada herida y cicatriz hasta dejarse quebrar.

Cada mañana Linda se despierta y se dirige a su estudio de música que resulta estar en su propia casa, y comienza el encuentro sagrado entre ella y sus instrumentos, tanto la cantante como los instrumentos se miran y Linda empieza a recitar como una especie de mantra, ‘a divertirse’ y les pregunta ¿qué tienen para mí?, ¿qué tocaría Linda hoy para ella? Tan solo los primeros minutos de metraje, en ese diálogo tan íntimo, tan conmovedor podemos ver la entrega plena de la cantante que pareciera no pensar las notas, solo deja salir lo que está ahí. Sin embargo descubrimos que Linda Perry es una mujer que le cuesta tocar y cantar para ella, es que muchas veces lo que está ahí en lo más profundo es tan doloroso que no hay nota musical que alcance o por lo menos para ella. Así es como Linda decidió refugiar su talento a través de otras mujeres, permitiéndoles que lleguen lejos a través de sus composiciones, su generosidad y su voz. Porque acá descubrimos a través de Dolly Parton, Christina Aguilera y Kate Hudson,lo más emocionante de Linda: una productora entregada hasta el último aliento. Desde la confianza de Dolly, la importancia y significación de ‘Beautiful’, y la largada de la carrera de cantante de Kate Hudson, son piezas cautivadoras que hacen de Linda una figura admirable.

Pero como dije antes Linda no solo es la voz de muchas mujeres, además realiza conciertos para la visibilización de la mujer como el ‘Equalizeher’ en todos los rubros de la música. Además, compone para películas pero sobre todo se hizo lugar para ser madre junto a su exesposa que decidieron adoptar. Pero bajo el hechizo de su talento, vamos descubriendo que debajo de su sombrero tan icónico el trauma ha echado raíces. Linda comienza a abrirse de una forma tan profunda y ensordecedora sobre su pasado, su niñez y su hogar abusivo que uno no entiende como ante no haber recibido nada, haya logrado dar tanto. El director opta por utilizar la animación en los momentos que Linda logra hablar de lo que duele, de lo que sigue sufriendo de lo difícil, de lo que cuesta entender, y esas viñetas logran una fuerza sanadora y poética con la misma pertinencia de cuando en la niñez uno utilizaba el juego para exorcizar lo que no podíamos poner nombre en la realidad.
Y así, en este viaje emocional y cuestionamiento de la existencia, escuchamos el eco del trauma que tanto tiempo ha convivido en Linda. Pero finalmente la cantante pronuncia a modo de purgar lo último que queda: ‘hoy decido elegir el amor’. Luego en medio de un encuentro con su banda, nos invita a ser partícipes de la creación de ‘Let it die here’. Con cada cuerda, cada mirada con sus músicos y cada nota que sale de su voz se escuchan como las sombras escondidas bajo su sombrero desaparecen, y permite que su voz más honesta y catártica salga a la luz. Todo resulta en un profundo encuentro entre el momento y el espectador, que entre las lágrimas de uno y las de Linda, logran el unísono de una melodía inolvidable.